Frei Otto, arquitecto e ingeniero alemán, fue galardonado con el Premio Pritzker en 2015, en reconocimiento a su revolucionaria contribución a la arquitectura y la ingeniería estructural. Su trabajo se basó en la exploración de estructuras ligeras, flexibles y eficientes, inspiradas en la naturaleza y en los principios de la tensión y la optimización de materiales.
Otto es conocido por proyectos icónicos como el techo del Estadio Olímpico de Múnich (1972), una obra maestra de la arquitectura tensada, y sus investigaciones sobre estructuras neumáticas y tensadas, que influenciaron profundamente el diseño contemporáneo. Su enfoque innovador y ecológico lo convirtió en un pionero en la arquitectura sostenible, promoviendo soluciones que minimizan el impacto ambiental y maximizan la eficiencia de los recursos.
El jurado del Premio Pritzker destacó su capacidad para combinar arte, ciencia y compromiso con el bienestar humano. Su legado sigue siendo una fuente de inspiración para arquitectos e ingenieros que buscan nuevas formas de construir de manera armónica con el entorno.